miércoles, 20 de abril de 2016

Comic de "Inteligencia Artificial ¿hacia dónde nos lleva?"


Eje 4. Lectura y elaboración de un texto academico. Actividad 1. Lectura y escritura exploratoria



Inteligencia Artificial ¿hacia dónde nos lleva?

La I.A. puede definirse como el medio por el cual las computadoras, los robots, y otros dispositivos realizan tareas que normalmente requieren de la inteligencia humana. La IA
agrupa un conjunto de técnicas que, mediante circuitos electrónicos y programas avanzados de computadora, busca imitar procedimientos similares a los procesos inductivos y deductivos del cerebro humano. Se basa en la investigación de las redes neuronales humanas y, a partir de
ahí, busca copiar electrónicamente el funcionamiento del cerebro.
                Corría el año 1921, cuando la palabra “robot” fue acuñada por el escritor checo Karel Capek, vislumbrando androides de cuerpo metálico que van moviendo brazos con tentáculos mientras avanzan por el planeta de las amazonas psicodélicas. Pasaron cerca de 20 años, cuando en los años cuarenta se pusieron a funcionar las primeras computadoras, gigantescos roperos de metal, llenos de bulbos que podían hacer sumas, a los que se les llamó “cerebros electrónicos”, esto hizo imaginar a muchos, y entonces el cine, la televisión y los dibujos animados se poblaron de “robots inteligentes", mientras en el mundo real, los alumnos de cibernética seguían perforando tarjetas para reproducir datos en aquellas enormes máquinas.
Desde su inicio, la industria de las computadoras no ha dejado de evolucionar, de pronto, aquellos cuartos llenos de grandes máquinas con cintas de carrete, aparecieron en nuestras casas, se volvieron pequeños y mucho más fáciles de operar
En los años cincuenta, el industrial estadounidense Joe Engelberg construyo un prototipo de robot útil, el cual vendería una década después. Pero realmente los robots dejaron de ser ciencia ficción en los años ochenta, cuando las fabricas automotrices japonesas fueron desplazando sus obreros con brazos gigantes que se movían obedeciendo un programa determinado. 
En Estados Unidos han logrado crear un modelo capaz de caminar, captar el movimiento de una pelota en el aire y cacharla, aunque, sin embargo, para que el robot pueda realizar ese sencillo movimiento, necesita estar conectado a varias computadoras que trabajan a su máxima capacidad para coordinar los movimientos de la pelota con el movimiento del brazo.
Se espera que, en poco tiempo, imitando el funcionamiento de nuestro cerebro, las computadoras ya no tendrán un gran procesador, sino miles de pequeños procesadores totalmente interconectados entre sí, lo que permitirá la maravillosa capacidad de aprender a través de experiencias recogidas por los las cámaras de video y micrófonos de la máquina.
En el futuro, podemos esperar numerosas aplicaciones de las técnicas de I.A. algunas podrían ser realidad en poco tiempo y otras quizá solo sean especulativas. La velocidad de un procesador podría llegar a ser enorme y no podremos agotar su memoria. Quizá ya no serán necesarios los monitores, siendo reemplazados por anteojos inalámbricos de realidad virtual. Los teclados serán también obsoletos, como ahora son las tarjetas con hoyitos, en vez podremos plasmar comandos solo con imaginarlos. En lugar de usar el ratón, manipularíamos la información con el movimiento de nuestros ojos.
Internet llegara a nuestra casa a través de cableado óptico, transportando cantidades inmensas de información que serán cargadas en nuestra computadora en décimas de segundo. Podremos acceder a cualquier programa de televisión o radio que se transmita a cualquier parte del mundo, con una traducción implacable, pudiendo guardarlo en la memoria si deseamos verlo más tarde, o enviárselo a algún amigo en cuestión de segundos. Las clases virtuales serán cada vez más comunes, pudiendo los estudiantes acceder directamente a los bancos de información de la universidad y comunicarse con los maestros solo para resolver dudas o exámenes.
Los robots comenzaran a desplazar al personal que nos atiende detrás de las ventanillas. Una maquina podrá cambiarnos un cheque o darnos nuestro estado de cuenta. En los cines, el cajero automático recibirá nuestro dinero o tarjeta para darnos las entradas para la película. Y así será en aeropuertos, estaciones de transporte, y en todas partes donde ahora hay ventanillas ocultando empleados que aguardan impacientes la hora de salida.
La economía cambiara, siendo las computadoras conectadas en red a los indicadores bursátiles de todo el mundo, las que muevan el dinero, obedeciendo tan solo a agresivos programas, sin importar si hunden una nación en una crisis, solo para beneficiar a los dueños del dinero.
Los edificios inteligentes serán comunes. Al llegar a una puerta, esta se abrirá con el sonido de nuestra voz. Sensores en cada rincón encenderán la luz de la habitación en la que entremos y dejaran a obscuras la que ha quedado sola. La temperatura también será regulada. Verbalmente activaremos los aparatos electrónicos. La comida que dejemos en el microondas comenzara a prepararse a la hora adecuada. Al salir podremos estar tranquilos pues la casa activara la alarma a la mas mínima insinuación de peligro.
Si hubiera otra guerra global, esta podría ser controlada a distancia, estando los aviones, helicópteros y tanques sin tripulación, sin arriesgar así, un solo cabello.
Los robots harán cirugías con la precisión de una impresora. Mandaremos robots biológicos auto-replicantes a Marte y a otros planetas, para poblarlos con centros urbanos, en nombre de nuestra especie.
No sabemos el futuro de la humanidad, pero es probable que se agrave el problema del desempleo, que cambien los conceptos de ocio y tiempo libre, que cambien las relaciones laborales entre patrones y trabajadores. Es casi seguro que la I.A. y el desarrollo subsecuente estén al servicio de una minoría. Pero si, por el contrario, todo este desarrollo se utiliza para lograr que todos en este planeta logremos un mejor nivel de vida relacionado con el medio ambiente, tal artificio será realmente inteligente.

Escritura Exploratoria de "La inteligencia artificial ¿hacia dónde nos lleva?" Renato Gómez Herrera.

                Escogí este tema pues me parece que tiene mucha importancia en la actualidad, ya que es hacia dónde vamos, ese futuro, muy pronto será la realidad. Empecé el texto dejando claro lo que significa el titulo, y continué tratando de seguir un orden cronológico.
Emmanuel Valdez Rayas.

viernes, 18 de marzo de 2016

¿Qué es ser un estudiante en línea?

    Hoy en día vivimos una transformación socio-histórico-cultural en la denominada era de la información, la cual está caracterizada por extender el conocimiento humano a la velocidad de la luz a lo largo y ancho del planeta, aquí es donde las modalidades educativas se transforman y emerge la modalidad de estudios en línea, donde el proceso educativo se concibe mas como un proceso de aprendizaje que de enseñanza.

Su rol.
  • Pasar de ser pasivo a ser proactivo.
  • Pasar de la exigencia a la participación.
  • Pasar de la estática a la dinámica autogestiva.
  • Tener seguimiento académico.
  • Tener interacción grupal y con el docente.
  • Enriquecerse de los aportes de la internet.
 Recomendaciones interpersonales.
  •  Identificar e interpretar nuestras emociones y reconocer como reaccionamos.
  • Identificar, comprender y responder ante las circunstancias.
  • Saber tratar con los demás, influir positivamente, motivar e inspirar, trabajar en equipo y mejorar nuestra comunicación.
Retos.
  • Adoptar una actitud crítica y creativa de las tecnologías de la información y la comunicación.
  • Cuestionar, replantear, investigar e idear nuevas formas de descubrir mas conocimientos.
  • Adaptarse al trabajo en un entorno cambiante con creatividad, comunicación, colaboración y resolución de problemas.
  • Optimizar la comunicación escrita, en el uso de la gramática, sintaxis y semántica.

    Ser un estudiante en línea implica ciertos saberes, actitudes, retos, exigencias, ventajas y compromisos, pero sobre todo, la disposición de aprender. La educación en línea no tiene porque concebirse como fácil o difícil, uno mismo tiene la oportunidad de marcar su propio ritmo y marcar sus propios horizontes.

Resumen de la lectura “¿Qué es ser un estudiante en línea?” Ricardo D. López Meza.